Mil maneras de caer en un amor perdido.

El me atrae y me desatrae. Me engancha y me desengancha. Me enloquece y me desenloquece. Siento necesidad de que viva el presente conmigo como le quiero fuera de mi vida para siempre. Es tan raro lo que siento por el, que me he vuelto loca por una sensación que a ratos ni si quiera existe. Me encuentro tan atraída a ti y a la vez tan poco. Recuerdo todo lo que hemos pasado juntos y los recuerdos se desvanecen en mi interior causando un mar de deseo y nostalgia inexplicables, pero a la vez siento que todo aquello no fue real, que tu nunca estuviste ahí, y esa irrealidad hace que mis temores disminuyan y desaparezcan de mi alma. Escucho palabras en ti que antes ni si quiera había oído y me quedo petrificada, mi corazón vuelve a latir de aquella forma, pero en ese instante mi mente manipula las sensaciones que todo esto produce y entonces reprimo esa sensación que recorre mi corazón intentando buscar mi alma perdida y desolada de amor prohibido y tentador. Ni si quiera sé lo que siento hacia ti, me encuentro tan confusa que me asusta el volver a amarte de aquella forma tan dulce y tentadora. Una vez más vuelvo a caer la tentación de tu amor, como una mosca dentro de un cubo de miel irresistible. Una vez que intento deshacerme de todo esto que me rodea, vuelves a mi en el peor momento, cuando mi corazón al fin ha dejado de latir y revivir nuestro amor. Vuelves para hacerme caer de nuevo y lo consigues, porque estoy tan atrapada, que no encuentro la manera de desintoxicarme al fin de tu gran amor, pero tu también caes, porque estás ciegamente enamorado de cada milímetro de mi, de cada sensación que has sentido conmigo y de cada minuto de amor que te he proporcionado como ninguna otra antes. De todo lo que yo te enseñé del mundo que no conocías, de la manera en la que sigo haciendo que te enganches a mi cuando me crees perdida por la distancia. 

Todo empieza siendo un juego, primero te quiero, luego no, ahora me importas, ahora no significas nada en mi vida, pero con el tiempo acaba convirtiéndose en la típica necesidad diaria, con la que te das cuenta de que se acaba una parte de ti y empieza otra nueva que con el tiempo te dará la mayor felicidad de tu vida, pero después estarás completamente ilusionado con ella y cuando termine, irás corriendo a través de viento y marea por reencontrarla y conseguirla de nuevo.