viernes, 6 de abril de 2012

- Come with me, my love.

Dijiste que volverías, pero no te he visto dar la vuelta. Loca y confusamente te sigo amando y sigo recordando nuestros pequeños momentos de amor en un rinconcito del salón. Todo el y mundo decía que nuestro amor no duraría y que era una pérdida de tiempo, algo triste y enfermizo y lamentablemente todo lo que decían era cierto. Pasamos largos meses entre rupturas, peleas fuertes, reconciliaciones y depresiones continuas, pero a pesar de todo aquello, yo siempre notaba que aunque no estuviera contigo, te necesitaba. Me había hecho adicta al amor que me proporcionabas, a todo lo que teníamos incluidos los momentos en los que todo había quedado en la nada. Después de todos esos momentos yo notaba como se me iba destrozando el alma por dentro poco a poco, te odiaba pero a la vez te seguía queriendo y esa mezcla de sentimientos era la que me hacía sentirme viva. Porque tan solo el discutir contigo hacía que estuviéramos juntos, y eso es lo que yo deseaba en aquellos momentos, tenerte cerca aunque dijera que deseaba no verte jamás. Es un amor de los que matan, te mantienen atrapada a sentir ese algo que cada día crece y se hace más y más fuerte.

                                                                       
                                                                                                                                                   

Seguidores.