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Y llegado a este punto, aún no comprendo que está pasando. La sensación de prepotencia me abunda y cada vez siento que no va a haber vuelta atrás. Es tan difícil desatar el nudo que llevo en el corazón, ese nudo que tengo que atar porque si no lo hago me hundiré en la miseria. Esos ojos que hace tiempo me miraban, enamorados de lo que veían, todas las palabras bonitas, los gestos y hasta las peleas hacían de esto algo perfecto y precioso. Muchas personas te cambian la vida y te enseñan que todo lo que tú creías, es al revés y yo     tenía la certeza de que cuando quieres evitar que algo pase, oprimes los sentimientos y se acaba todo. Pero he comprobado que no es así, que cuando dos personas se aman, no importa nada lo que esté ocurriendo porque el amor gira desde el mismo cielo. Tú eras el que tenía la capacidad de hacerme sonreír, de subirme el autoestima y de conseguir que nunca viviera esta sensación que vivo ahora.